Es una preocupación constante las interrupciones en las faenas de carga y descarga en los embarcaderos de San Antonio, por lejos el puerto que concentra el mayor volumen de carga transferida del país y la tendencia es que esto siga aumentando.
Los problemas de San Antonio para la continuidad operativa dicen relación con varios factores, entre los que se cuentan los paros de trabajadores portuarios y de camioneros y también aspectos climáticos (marejadas), lo que ha significado que durante este año ya van casi 50 días de no funcionamiento de este puerto.
Incluso, un alto ejecutivo de uno de los concesionarios portuarios de San Antonio estima que alguna naviera podría sacar a Chile del itinerario de recaladas, ello por las disrupciones en la continuidad de las operaciones. Esto sería de la mayor gravedad, ya que una eventual recalada en Perú, por ejemplo, tendría un perjuicio mayor por el deterioro de los tiempos de tránsito, lo que afectaría sensiblemente a importadores y exportadores.
Respecto del tema de los paros de camioneros y trabajadores portuarios, este es un escenario que ya tiene algunos años y que ha fragilizado la operación portuaria, sometiendo en muchos casos a una especie de chantaje para obtener prebendas que incluso exceden las relaciones contractuales de los trabajadores en otros puertos.
Dado los tiempos que vivimos, esto es difícil que mejore, ya que la autoridad ha sido muy débil en cuanto a impedir bloqueos y hechos violentos para interrumpir las faenas para los trabajadores que sí quieren trabajar, pero se enfrentan a hechos de fuerza repetidos que hacen imposible que el puerto opere.
En cuanto a las marejadas, durante este año han sido especialmente perjudiciales y ha significado más de 300 horas de paralización, lo que tiene muy preocupada a la comunidad portuaria y especialmente al sector naviero, que ven que las estadías en San Antonio se prolongan, afectando todo el programa de recalada de los barcos.
Sin duda que en el último tiempo hemos enfrentado condiciones de clima más extremo y hoy en promedio las olas son más altas que hace algunos años.
Como una forma de poder lidiar con esta contingencia, la autoridad portuaria de San Antonio está gestionando con la Armada el aumento del límite de la altura de las olas. De hecho, desde fines del 2021 se incrementó de 1,8 a 2,0 metros. Ahora se está gestionando ante la Armada que se autorice que los barcos puedan operar hasta 2,5 metros de altura, lo que sería una muy buena noticia, ya que las predicciones de clima para los próximos años y el movimiento del mar no son para nada favorables.