
Término de concesiones portuarias en el 2030
En un informe emitido por CAMPORT se indica que es urgente que se apure el tranco en las etapas que deben cumplirse en el proceso de licitación, ya que las consecuencias de que no se pudiera concluir el proceso adjudicatorio podrían ser desastrosas para la continuidad operativa portuaria.
Existen una serie de aspectos que deben ser resueltos y son previos al proceso de licitación, en la cual debe cumplir un rol esencial el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), ya que no es menor la participación de este organismo, sobre todo por las limitaciones que existen para que un oferente pueda participar en forma simultánea en Valparaíso y San Antonio. Estos temas son muy sensibles, toman tiempo y tienen riesgos evidentes que podrían afectar la libre competencia.
Es de esperar que estas inquietudes, vitales para el flujo portuario de los principales puertos del país, puedan ser abordadas de manera ágil y expedita y no corramos riesgos que compliquen el movimiento portuario, indispensable para el desarrollo del comercio exterior nacional.
Como suele ocurrir, las visiones en el entorno público y privado distan en forma abismante. Una prueba de ello es lo que ocurre con las concesiones portuarias que, en el caso de Valparaíso, San Vicente, San Antonio e Iquique expiran el 2030. El sector privado, liderado por la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (CAMPORT) ha señalado que los cinco años que quedan para que se renueven las concesiones son totalmente insuficientes para cumplir con una decena de etapas que supone el proceso de licitación de los puertos mencionados. En la otra vereda, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones asegura que el proceso se está desarrollando en forma normal y que no hay retraso alguno.
En un informe emitido por CAMPORT se indica que es urgente que se apure el tranco en las etapas que deben cumplirse en el proceso de licitación, ya que las consecuencias de que no se pudiera concluir el proceso adjudicatorio podrían ser desastrosas para la continuidad operativa portuaria.
Existen una serie de aspectos que deben ser resueltos y son previos al proceso de licitación, en la cual debe cumplir un rol esencial el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), ya que no es menor la participación de este organismo, sobre todo por las limitaciones que existen para que un oferente pueda participar en forma simultánea en Valparaíso y San Antonio. Estos temas son muy sensibles, toman tiempo y tienen riesgos evidentes que podrían afectar la libre competencia.
Es de esperar que estas inquietudes, vitales para el flujo portuario de los principales puertos del país, puedan ser abordadas de manera ágil y expedita y no corramos riesgos que compliquen el movimiento portuario, indispensable para el desarrollo del comercio exterior nacional.