
Miembros del mayor tratado de libre comercio del mundo abren sus puertas a Chile
Países del Sudeste Asiático que forman parte de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor TLC del mundo, secundado por China y que abarca más del 30% del producto interior bruto (PIB) global, han anunciado que Chile, Hong Kong, Bangladés y Sri Lanka están en proceso de adherirse.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), formada por una decena de Estados, todos ellos miembros del RCEP junto a otras cinco naciones de Asia-Pacífico, anunciaron hacia fines de septiembre que, ante la incertidumbre en el comercio mundial, se agilizará la incorporación al tratado de Chile, Hong Kong –que ya había solicitado ingresar–, Bangladés y Sri Lanka.
El RCEP reúne por ahora a China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, además de los países de la ASEAN: Indonesia, Tailandia, Filipinas, Malasia, Vietnam, Singapur, Myanmar (Birmania), Camboya, Laos y Brunéi.
El anuncio del bloque se produjo tras la cuarta reunión de ministros de la RCEP, celebrada en Kuala Lumpur en paralelo al 57º encuentro de oficiales económicos de la ASEAN y sus socios, entre ellos el secretario de Comercio de EE.UU., Jamieson Greer, en un contexto de búsqueda de nuevos socios frente a los aranceles Washington.
Las tasas afectan especialmente al Sudeste Asiático, con economías muy enfocadas a la exportación de bienes, y donde Vietnam y Camboya destacan como las naciones más vulnerables a los gravámenes estadounidenses, según Naciones Unidas.
La primera economía del mundo se encuentra negociando un acuerdo comercial definitivo con Corea del Sur, que por el momento enfrenta gravámenes del 15% –igual que Japón–, y sigue en conversaciones con China.
La RCEP, que se empezó a gestar en el seno de la ASEAN aunque Pekín aumentó su protagonismo por su peso económico, busca eliminar, entre otras barreras comerciales, aranceles y cuotas en el 65% de los productos intercambiados, un porcentaje que se espera se incremente con el tiempo.
El pacto, que entró en vigor el 1 de enero de 2022 tras una década de negociaciones, aglutina a países con una población conjunta que alcanza aproximadamente los 2.300 millones de personas, cerca del 30% del total mundial.