La situación de guerra comercial entre Estados Unidos y China está en su punto más álgido; como consecuencia, la disminución de embarques entre las dos primeras economías del mundo no se ha hecho esperar. En las últimas semanas la cancelación de naves comenzó con un 30% y hoy ya se habla de un 50% de menor volumen de productos; incluso podría acentuarse, a no ser que se divise algún acercamiento. Parte de estos embarques han sido desviados a otros países asiáticos, tales como Tailandia, Camboya y Vietnam. Una de las grandes navieras aseguró que estaban utilizando barcos más pequeños, ya que los habituales estaban viajando con muy poca carga.

Las empresas navieras, a medida que el conflicto se ha ido agudizando, están cancelando itinerarios entre Estados Unidos y Asia; en cambio, el tráfico Asia-Europa se ha mantenido constante.

Lo que ha sorprendido a los usuarios es que todavía no se ha producido una disminución significativa del valor de los fletes. Por el contrario, se han observado leves incrementos en las tarifas desde Asia a EEUU. Es probable que la utilización de barcos de menor tamaño tenga un efecto negativo en las economías de escala, por lo que la operación naviera se hace más costosa.