Después de 13 años de discusión, el Parlamento aprobó la nueva Ley de Cabotaje Marítimo, que tiene por objetivo modernizar y potenciar el transporte de carga marítima dentro del país. Esta ley finalmente contó con el voto favorable de una abrumadora mayoría del Congreso y persigue aumentar la competencia y bajar sustancialmente los costos para los usuarios. Estimaciones de analistas señalan que se producirá un ahorro anual de casi US$ 270 millones y menores tarifas de entre un 20 y 40%.

El tema de reformar la ley de cabotaje actual es un tema muy antiguo; sin embargo, defensas de intereses corporativos, por años, impidieron que se ampliara el acceso de más barcos a participar en el transporte dentro de Chile. Es una realidad que el mercado del cabotaje hasta ahora está muy concentrado, lo que es un obstáculo para que los precios se puedan reducir.

En términos reales, la carga que se transporta por vía marítima dentro del país es muy poco relevante con tasas de participación de aproximadamente un 4%; en consecuencia, existe una oportunidad de aumentar sustantivamente esta opción ya que los beneficios son importantes, pues también debe considerarse la posible descongestión de las carreteras terrestres, cada día más colapsadas por el incesante crecimiento del flujo de camiones.

La nueva ley consiste en una apertura que será parcial y regulada y posibilitará que un barco extranjero que deje carga de importación en un puerto chileno tenga la opción, en su ruta de salida, de llevar carga nacional destinada a otro puerto chileno. Además, se facilitará el movimiento de contenedores vacíos, los que mayoritariamente se encuentran en el país bajo régimen de admisión temporal.